Para frenar el cambio climático y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, las directivas europeas se han endurecido y exigen a las compañías un control total de los desechos que generan, de principio a fin.
Con el objetivo de lograr esta trazabilidad real, las grandes corporaciones necesitan aplicar pautas de reducción de residuos a todas sus empresas vinculadas, pero también a sus contratistas y proveedores.
Este es el caso de Telefónica, la multinacional española líder en comunicaciones en Europa y quinta a nivel mundial, presente en 13 países.