Toma nota. Esto es lo que se viene este año en materia de sostenibilidad empresarial.
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Adiós al greenwashing, auge de las competencias y el empleo ecológico, integrar la sostenibilidad en el modelo de negocio o más inversión en impacto ambiental y social. Estas son algunas de las tendencias que marcarán el ámbito de la sostenibilidad en el 2024. Este año, las empresas deberán prestar especial atención a las siguientes cuestiones para avanzar en sus compromisos «verdes», sociales y de buen gobierno corporativo.
Lo hemos analizado, y estas son las principales materias en el terreno de la sostenibilidad y el medioambiente este año para las organizaciones:
Europa se ha propuesto acabar con el conocido como greenwashing. La aprobación en el Parlamento de la Directiva Green Claims de la UE persigue que las empresas fundamenten las afirmaciones medioambientales que hacen acerca de sus productos y servicios para proteger a los consumidores europeos del «lavado verde».
La Directiva sobre declaraciones ecológicas funcionará junto con el Reglamento sobre Diseño Ecológico, que fijará requisitos de ecodiseño para los bienes comercializados en la Unión Europea con el fin de mejorar su sostenibilidad ambiental. Un nuevo «pasaporte digital del producto» proporcionará información sobre la sostenibilidad de los productos para ayudar al consumidor a tomar decisiones de compra informadas.
La transición ecológica impulsará la creación de 24 millones de nuevos «empleos verdes» en el mundo para 2030, según datos de la OIT. La inversión en la mitigación del cambio climático, el compromiso creciente de las empresas y la concienciación de los consumidores con el medioambiente están propiciando una revolución en el mercado laboral, que habla ya de «disrupción»: la demanda de profesionales con conocimientos en sostenibilidad supera la oferta.
Las vacantes que requieren al menos una habilidad verde (aptitud en desarrollo sostenible, ESG o RSC) han aumentado un 15 %, de acuerdo con un informe reciente de LinkedIn. Y el Foro Ecomónico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) estima que la tasa de contratación de especialistas en sostenibilidad ambiental, que ayuden a las compañías a alcanzar sus objetivos sostenibles, superará el 30 %.
La Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) regirá desde 2024 la presentación de información sobre sostenibilidad empresarial. La nueva normativa de la UE obliga a las grandes empresas a publicar informes periódicos sobre sus actividades de impacto social y ambiental, así como a incluir el análisis de doble materialidad en sus estrategias de negocio. La CSRD aumenta su alcance, afectando a unas 50.000 empresas europeas. La «información de sostenibilidad» se coloca, así, a la altura del informe financiero.
Las grandes compañías están llamadas a liderar el cambio. La Directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad impone a estas identificar, prevenir y diseñar medidas para reparar los impactos adversos sobre la sociedad y el medioambiente de su actividad, la de sus filiales y cadena de valor. La CSDDD pone el foco en las emisiones y afectará también al vector residuos, al considerar que para que la diligencia debida tenga un alcance significativo debe abarcar los efectos negativos generados a lo largo de la gestión de residuos.
Integrar la sostenibilidad y el impacto en el modelo de negocio será clave en 2024 para aquellas empresas que quieran ser parte de la transformación verde. Únicamente el 14% de las empresas del IBEX 35 y un 2% del mercado continuo han incorporado modelos de medición de impacto a su negocio, según un informe de la consultora Transcendent sobre la evolución de la gestión de los aspectos ESG de las empresas cotizadas.
No obstante, se prevé que en los próximos meses crezca el número empresas que midan, valoren, moneticen y publiquen sus cuentas de resultados netas de sostenibilidad e impacto en el medioambiente y la sociedad. Un proceso con el que buscarán diferenciarse y generar un impacto positivo neto.
Este año, se espera un repunte de la inversión de impacto en España. El Fondo de Impacto Social (FIS) creado por el Gobierno y dotado con 400 millones de euros, busca «reforzar el ecosistema español de inversión de impacto mediante inversiones sostenibles que contribuyan a generar un impacto social o medioambiental positivo».
La presión de inversores unido a la regulación hará, además, que las metas a medio y largo plazo pierdan relevancia. No más procrastinar. Las empresas deberán rendir cuentas de sus objetivos sociales y medioambientales ante accionistas, empleados, clientes y el propio mercado. Los ratings ESG ya no valorarán objetivos más allá de 2030, y el equilibrio entre sostenibilidad y rentabilidad financiera marcará las estrategias empresariales.
El creciente interés de los consumidores y la sociedad en general por el medioambiente ha propiciado un notable impacto en el ámbito de la sostenibilidad corporativa. Las compañías deben tener en cuenta las anteriores tendencias en sostenibilidad 2024 si quieren progresar en sus objetivos ESG. Desde TEIMAS ayudamos a las empresas en su avance hacia la sostenibilidad, la economía circular y la descarbonización para así preservar los recursos, el entorno y la salud de las personas.
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